EFE.
Ciudad de Mexico. Más de 2.000 migrantes se adelantan al resto de sus compañeros y salen de la capital mexicana con destino Querétaro.
El éxodo centroamericano protagonizado por la Caravana de Migrantes ha vivido en las últimas horas uno de sus capítulos más caóticos, en espera de unos autobuses que habían solicitado a Naciones Unidas para seguir con su ruta hacia la frontera norte.
Ante la negativa del organismo internacional, un grupo de 2.000 migrantes, en su mayoría jóvenes e impacientes, ha decidido salir hacia Querétaro a las 5 de la mañana (tal y como se había decidido en la asamblea celebrada la noche anterior).
dejando atrás al resto de sus compañeros. La evidente división de un gran grupo, que ha aglutinado estos días a más de 5.000 migrantes, es solo el desenlace de unas negociaciones en las que han predominado las falsas promesas, la desinformación, las prisas y la desconfianza.
Durante los cinco días que la Caravana ha descansado en la Ciudad de México, sus líderes han fallado en su intento de conseguir un transporte seguro para sus integrantes hacia la frontera norte.
Tras el rechazo de las autoridades locales, protagonizaron este viernes una marcha simbólica hacia las oficinas centrales de Naciones Unidas en México, su gran esperanza.
Sin embargo, y tras dos horas de reunión, el organismo internacional rechazó su petición, aunque sus líderes ocultaron esta información a los integrantes de la Caravana asegurando que les habían dado un plazo de 24 horas para responder a sus exigencias.
El último intento de sus negociaciones por conseguir apoyo, estaba en la figura del presidente electo Andrés Manuel López Obrador. Un encuentro anunciado a bombo y platillo por la prensa local pero que, finalmente, nunca tuvo lugar.
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