28 jul 2009

Paralizado comercio entre Honduras y Nicaragua

28 de julio del 2009


Nicaragua.- El momento en que se encuentra la crisis política en Honduras, que ya dura un mes, se puede medir en la cantidad de camiones de carga detenidos en la frontera con Nicaragua. El lunes había un total de 107, inmovilizados en una fila de unas dos millas.
Desde el jueves, cuando el depuesto presidente Manuel Zelaya telegrafió sus intenciones de encabezar a sus partidarios en una marcha hacia la frontera sur del país, Honduras cerró el tráfico que entra de Nicaragua, paralizando a cientos de camioneros en la estrecha carretera que conduce al cruce fronterizo de Las Manos.
"Me he pasado los últimos cinco días aquí sin hacer nada más que dormir y comer'', dijo Jonathan Pérez, de 29 años, que lleva un cargamento de tabaco a Honduras. "Creo que lo mejor que podíamos hacer es mandar a Zelaya para su casa''.
Zelaya ha pasado la mayor tiempo en Nicaragua desde el 28 de junio, cuando el Ejército de Honduras lo sacó de la cama y lo exilió a la fuerza.
El mandatario depuesto ha encontrado un firme aliado en el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Desde el jueves, Zelaya y su personal operan desde el Hotel Frontera en Ocotal, a unas 14 millas de Las Manos.
Aunque Ortega ha criticado al gobierno interino de Honduras y amenazado con romper relaciones, la realidad es que Nicaragua necesita a sus vecinos del norte.
Sin acceso fácil a un puerto en el Atlántico, alrededor del 60 por ciento de toda la carga marítima nicaragüense pasa por Honduras camino a Estados Unidos y Asia, dijo Ricardo Guerrero, portavoz de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua.
Además, alrededor del 18 por ciento de las exportaciones nicaragüenses van a otras naciones centroamericanas, lo que hace de la región el principal socio comercial de Nicaragua.
Pero el envío de mercancías a mercados importantes como El Salvador y Guatemala pasa por Honduras. "El problema político se ha convertido en un problema comercial'', dijo Guerrero.
No se divisa un final al empantanamiento político ni a la crisis en la frontera. Zelaya ha sugerido que permanecerá en Ocotal --un pueblo normalmente apacible conocido por sus cafetales y sus pinares-- hasta que pueda regresar a la presidencia de su país.
También ha exhortado a sus partidarios para que desafíen un toque de queda diurno y los puntos de control policiales en las carreteras de Honduras para unírsele allí.
Zelaya tiene la esperanza de que lleguen suficientes partidarios para ayudarlo a cruzar a Honduras, donde ha sido amenazado con el arresto y procesamiento por traición y abuso de poder.
Asesores de Zelaya dijeron el lunes que 1,250 hondureños han llegado a Ocotal y se espera a docenas más, cifras que no se han podido verificar de manera independiente.
Mientras la muchedumbre permanezca en el lugar y Zelaya mantenga su amenaza de entrar por Las Manos, lo más probable es que la frontera permanezca cerrada.
El jueves, el teniente coronel Luis Recarte, el oficial de más alto rango de las fuerzas armadas en el lado hondureño de la frontera, se negó a especular cuánto tiempo permanecerá cerrado el paso limítrofe.
Honduras ha bloqueado el paso estacionando remolques a lo largo de la frontera y colocando decenas de policías y soldados armados. A pocas millas de la frontera, el Ejército ha bloqueado además la carretera con montones de barro y gravilla.

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