13 mar 2009

Estafador del siglo Madoff es enviado a la cárcel tras declararse culpable del fraude masivo


Bernard Madoff salió de madrugada de su lujoso ático en Manhattan sabiendo que quizás ésa fuera su última noche en casa por una temporada. Y así fue. El juez Denny Chin le mandó directo a prisión después de que el gestor de fondos de 70 años se declarara culpable de los 11 cargos que presentó la fiscalía, que solicita 150 años de cárcel por el fraude masivo. La sentencia está prevista para el 16 de junio.

Era la primera vez desde que se destapó la estafa del siglo hace tres meses que su responsable hablaba en público. El tribunal era un hervidero. Ante él tuvo en la sala a 24 de sus víctimas y cientos de periodistas y curiosos. Madoff admitió haber operado desde principios de la década de los noventa una trama financiera fraudulenta. "Sabía que lo que hacía estaba mal (...), me di cuenta de que mi detención y este día llegarían inevitablemente". Y se declaró "arrepentido" y "avergonzado" por sus crímenes. "No puedo expresar cómo lo lamento", remachó.

El ex presidente del índice bursátil Nasdaq no tenía otra opción que confesarse en público si quería evitar un juicio humillante, que habría aportado más pruebas de su crimen y en el que los testigos podrían haber hecho aún más daño a su familia. Tras exponer durante 10 minutos sus fechorías, Madoff respondió a cada cargo que le leyó el juez con la palabra "culpable".

Sin perder las formas, aunque con dureza, las víctimas que tomaron la palabra soltaron sus perlas. La declaración de culpabilidad significaba poco para ellos, porque quieren saber si Madoff actuaba con la ayuda de otros y, sobre todo, dónde fue a parar el dinero que le confiaron. Por eso criticaron ante el juez que no haya un juicio que permita hacer aflorar toda la verdad del caso.

El juez les compensó revocando el arresto domiciliario y envió a Madoff a prisión, donde esperará 90 días a que se dicte sentencia. El gestor abandonó el tribunal esposado, y ahora sus abogados trabajan para recurrir la decisión. La declaración de culpabilidad no significa que la investigación del fraude esté acabada. "Estamos destinando importantes recursos y esfuerzo para encontrar los activos y cualquier otra persona que sea responsable del fraude", dijo el fiscal.
Hay muchas preguntas sin respuestas, como insisten las víctimas. Madoff admitió en diciembre que el fraude ascendía a 50.000 millones de dólares (39.120 millones de euros). Pero los investigadores calculan que será inferior a los 17.000 millones, mientras la fiscalía lo eleva a 64.800 millones (50.700 millones de euros) al tener en cuenta lo que prometió a los clientes.

La declaración de culpabilidad se ve como un arreglo con el que Madoff pretender proteger a su mujer, Ruth, sus dos hijos, Andrew y Mark, y su hermano, Peter.

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